¿QUE ES LA PSICOINMUNOLOGIA?

La Psiconeuroinmunología (PNI) es una disciplina científica interdisciplinaria que estudia la interacción entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico, y cómo estas interacciones son moduladas por factores psicológicos, emocionales y conductuales.

Este enfoque holístico busca comprender cómo las emociones, el estrés y otros aspectos de la mente influyen en nuestra salud física, particularmente en la capacidad del sistema inmunológico para defenderse de enfermedades.

¿ Como funciona la Psiconeuroinmunología?

La PNI se basa en la premisa de que el cerebro, las hormonas y las células inmunológicas están en constante comunicación. Este diálogo ocurre mediante sustancias químicas, como neurotransmisores, hormonas y citoquinas, que transmiten señales y regulan funciones clave en el cuerpo. Las emociones y los estados psicológicos pueden influir directamente en el sistema nervioso, que a su vez afecta el sistema inmunológico mediante señales químicas.

La PNI puede fortalecer el sistema inmunológico a través de prácticas y enfoques integrales como describen estos 10 ejemplos:

1) Reducción del Estrés Crónico:

El estrés crónico eleva los niveles de cortisol, una hormona que en exceso puede suprimir la actividad de las células inmunitarias como los linfocitos T y B.

2) Técnicas como meditación:

Respiración profunda y mindfulness reducen los niveles de cortisol, lo que mejora la función de las células inmunitarias y su capacidad para combatir infecciones.

3) La calidad del Sueño.

La falta de sueño debilita la producción de citoquinas, que son esenciales para la respuesta inmune.

Adoptar hábitos de higiene del sueño, como horarios regulares y reducir la exposición a pantallas antes de dormir, optimiza la regeneración inmunológica que ocurre durante el sueño profundo.

4) Uso de la Risa y el Humor.

Reír estimular la liberación de endorfinas y reducir las hormonas del estrés, lo que mejora la circulación de células inmunes y anticuerpos.

Participar en actividades placenteras, ver comedias o practicar terapia de la risa puede fortalecer la respuesta inmune.

5) Alimentación Consciente.

Los estados emocionales pueden influir en las decisiones alimenticias, y una dieta inadecuada puede debilitar el sistema inmunológico.

Una dieta rica en antioxidantes (frutas, vegetales, frutos secos) combinada con una actitud consciente al comer (saborear, masticar lentamente) reduce las inflamaciones crónicas y promueve un sistema inmunológico más fuerte.

6)  Conexión Social.

La soledad y el aislamiento aumentan los niveles de estrés, lo que debilita las defensas del cuerpo.

Mantener relaciones sociales positivas y participar en actividades comunitarias reduce el estrés emocional y aumenta la producción de citoquinas que apoyan la inmunidad.

7) Ejercicio Moderado y Consistente.

La actividad física regular mejora la circulación de células inmunitarias que detectan y eliminan patógenos.

Prácticas como caminar al aire libre, hacer yoga o Tai chi no solo estimulan el sistema inmunológico, sino que también ayudan a equilibrar la mente y las emociones.

8) Terapia de Visualización Guiada.

Las imágenes mentales positivas pueden activar el sistema nervioso parasimpático, lo que promueve la relajación y una mejor función inmunológica.

Imaginar escenarios en los que el cuerpo está sano y protegido puede ayudar a potenciar respuestas inmunes al reducir el impacto del estrés.

9) Gratitud y Pensamiento Positivo.

La práctica de la gratitud y el optimismo reduce las respuestas inflamatorias y mejora la respuesta de anticuerpos.

Escribir un diario de gratitud o practicar afirmaciones positivas ayuda a equilibrar los sistemas nervioso e inmunológico.

10) Terapia con Música

La música relajante disminuye los niveles de cortisol y aumenta la producción de inmunoglobulina A (IgA), una molécula esencial para la inmunidad.

Escuchar música relajante o participar en actividades musicales, como cantar o tocar un instrumento, fortalece las defensas inmunológicas.

10) Exposición a la Naturaleza.

El contacto con espacios verdes reduce el estrés y mejora la actividad de las células NK (natural killer), responsables de combatir infecciones y células tumorales.

Pasar tiempo al aire libre, practicar «baños de bosque» o simplemente caminar descalzo en la tierra tiene efectos restauradores en la inmunidad.